Hoy vamos a preparar la torta preferida de toda la familia, si bien la abuela cocinaba de todo en la repostería, siempre se lucia con esta, pasaron muchos, pero muchos años de que estoy en el ambiente de la gastronomía, y es, más probé de todo en la cocina, como chef a domicilio tuve el privilegio de cocina con grandes chef pero nunca nadie pudo interpretar esta receta que te voy a contar ahora.
Se trata de una torta hecha a partir de unas ciruelas pasas, que en algunos lugares las llaman “ciruelas presidente” que son realmente grandes y vienen con su carozo en el interior, recomiendo estar atentos al preparar esta receta, ya que es muy común que se les olvide retirarles el carozo y destrozarle la dentadura a alguien, ¡y lo digo con conocimiento de causa!! Yo lo vi con mis propios ojos, pero bueno, eso lo dejo para más adelante. Cocinar no es solamente prender un fuego o batir huevos y manteca, cocinar es más que eso, todo comienza con la elección correcta de los ingredientes, no creo que en este capítulo te llegue a a contar todos los detalles de la receta, pero si estoy seguro, es que te contare ña importancia de cada uno de los componentes de esta receta, desde la manteca, los huevos, las ciruelas, todo, pero todo tiene una pequeña historia dentro de la cocina de mi abuela, cocina que me transformaría años más tarde en un chef a domicilio en Buenos Aires!
Las ciruela: recuerdo que estábamos a unas 7 cuadras aproximadamente de la dietéticas del señor Aprea, que como en las ciudades chicas tienen dos horarios; de 8 a 12 y de 5 a 9, y si no tenías la precaución de tener todos los ingredientes para cocinar, tenías que esperar hasta las 5 o hasta el otro día para hacer tus tareas en la cocina.
Llegar a ese lugar era algo hermosa para mí, veía de todo, los olores eran indescriptibles, sabores y texturas muy fuertes para un niño de 5 años, y cuando digo fuertes me refiero a distintos, y todos en un mismo lugar. La abuela no se complicaba para nada, ella siempre compraba lo mismo en este lugar; vainilla, azúcar, azúcar impalpable, ciruelas, frutas abrillantadas, pasas de uva, nueces, orejones de durazno y creo que nada mas, del resto de los ingredientes se encargaba el abuelo.
“Hola Don Aprea, como esta”, decía Blanche de manera súper dulce, “voy a llevar lo de siempre por favor, me lo pone en una caja si es tan amable.”
Y ahora si, solo faltaba conseguir el resto de los componentes para comenzar a cocinar la torta que marco mi infancia, la torta que tuvo la culpa de introducirme en este oficio, y lo digo de verdad, esta receta es la que me inicio en la gastronomía y quiero compartirlo con ustedes, quien dice que alguno de ustedes al leer estas líneas escritas de manera sencilla y carentes de una buena redacción, les contagie del amor que yo siento por las hornallas!!